En el marco del plan Precios transparentes el Gobierno ahora analiza terminar con las promociones de las tarjetas de crédito.

Los funcionarios sostienen que, para ofrecer descuentos o cuotas, los comercios inflan los precios, especialmente en indumentaria y gastronomía. Desde el sector lo reconocen, pero aseguran que es un imán para conseguir mayores ventas.
El objetivo principal que era reducir los precios de los productos al contado no tuvo los resultados esperados, al menos en una primera etapa. En cambio subieron en su mayor parte los valores que se pagan en cuotas, ante la obligación de reflejar el verdadero costo del financiamiento.

Ahora creen que el motivo principal que infla los precios de los productos no son las cuotas sin interés sino las agresivas promociones bancarias, que ofrecen descuentos de 25%, 30% y hasta 40%. De esta forma los comerciantes subirían los precios para seguir ganando, aún aplicando las promociones.