Por las nubes: la suba de los alquileres superó a la del salario
En un escenario donde la incertidumbre sanitaria, económica y social, producto de la pandemia, tiene una incidencia directa en el valor de los alquileres, los inquilinos terminan absorbiendo la mayor parte del impacto. Pese a la Ley sancionada hace un año, el valor para alquilar un techo digno sigue en alza, en un mercado donde la oferta es cada vez más estrecha.
Según los últimos relevamientos, el promedio de los alquileres supera al salario mínimo, vital y móvil. A la cifra para pagar el inmueble se le suman los servicios, la garantía, el equipamiento, la mudanza y –en algunos casos- más gastos en transporte: al tornarse impagable el alquiler en algunos barrios, las personas se ven empujadas a zonas más alejadas de sus trabajos.
Frente a este panorama, Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional y referente de Inquilinos Agrupados detalló en su cuenta de twitter números alarmantes: “A casi un año de la vigencia de la ley de alquileres: inflación: 42.65%, índice alquiler: 35% 8 puntos por debajo de la inflación”. En tal sentido advirtió que “esto explica el golpe de precios llevado adelante por el mercado, el incumplimiento de la ley y el intento por derogarla”.
Por su parte, el economista Nicolás Pertierra sostiene que “si uno analiza los datos de largo plazo en los últimos 5-10 años, los alquileres habían estado por debajo de la inflación”. Pertierra, quien integra el Centro de Estudios Económicos y Sociales, agrega que “los saltos devaluatorios habían dejado el valor del alquiler, en términos del valor de la propiedad, bastante retrasados”. Pero hoy sucede otra cosa: “los mono ambiente y dos ambientes tienen aumentos más del 40% al 50% y los tres ambientes un 60%”.
¿Derogar la Ley de alquileres?
Una presentación realizada por 29 Colegios de Martilleros ante la Cámara de Diputados pretende dejar sin efecto algunos puntos centrales de la norma. Uno es la extensión de los contratos; el otro, la regulación de los aumentos anuales. “Si la ley se modifica, los inquilinos volveremos a ser rehenes de los martilleros y propietarios abusivos”, alerta Pablo García, fundador de Inquilinos de Pie. Esta posición es compartida por las demás asociaciones de inquilinos. Al respecto coinciden en señalar que a los corredores inmobiliarios no les conviene el plazo de tres años para un contrato de alquiler: “Sin esta cláusula podrían cobrar comisiones por renovaciones cada dos años. Con los propietarios sucede algo parecido, ya que ven reducido el margen de especulación y presión sobre quien alquila”, subraya Pablo García.
Estas organizaciones también coinciden en sostener que si avanza la propuesta de los Colegios de Martilleros agravaría aún más el panorama para los inquilinos, empujándolos a la intemperie e indefensión frente a aumentos arbitrarios.