CEPA analiza el IPC en la era Todesca
En los últimos 10 años hubo 5 cambios de metodología en el índice de precios al consumidor, de los cuales 3 se realizaron en los primeros dos años de la administración de Jorge Todesca.
Además, en el 2019, según la información que se brinda en INDEC, está previsto un nuevo cambio. La implementación repetida de cambios metodológicos en poco tiempo genera discontinuidad en la serie, poniendo a disposición información incomparable entre sí. Asi se desprende de una estudio realizado por el Centro de Economía Política de Argentina CEPA.
Las canastas de consumo (qué cosas consumen los argentinos y en qué proporciones) se determinan a partir de Encuestas de Gastos que se realizan periódicamente cada aproximadamente 10 años. Es importante realizar estas actualizaciones para introducir las novedades que vayan surgiendo en los hábitos de consumo. El problema actual reside en el cambio profundo de política de Cambiemos en materia de servicios, y los efectos de la quita de retenciones y desmantelamiento de la secretaria de comercio tuvieron en relación al precio de los alimentos. El efecto que los cambios bruscos de precios relativos pueden tener sobre la estructura de consumo de los hogares dificulta la representatividad de cualquier encuesta, ya que en solo dos años el peso de los servicios y alimentos sobre el total de gastos aumentó sensiblemente.
Como se mencionó, el cambio tan profundo y acelerado respecto de la política de subsidios y en relación a los acuerdos de precios de alimentos, sumado a la quita de retenciones y la devaluación, invalidan cualquier encuesta de gastos previa que arrojara ponderadores para cálculo de IPC, ya sea la de 2005 como la de 2012-2013. Se puede observar que los ponderadores del gasto resultan muy poco realistas. El rubro vivienda y servicios básicos (que incluye el alquiler, las expensas y las tarifas de gas, electricidad y agua) representan 10.5% del gasto para el área GBA. Si bien representa un promedio de toda la economía, y no la particularidad de un hogar es fácil ver que está muy alejado de la realidad de la amplia mayoría. Por ejemplo, para un gasto total de $10.000 en dicho rubro, el ingreso debería ser de $41.000. Observaciones similares pueden realizarse en el rubro alimentos. Por el contrario, esparcimiento resulta en un 18,3%, el segundo rubro en importancia detrás de alimentos y bebidas.
¿Cómo impactan los ponderadores? Por ejemplo, si en lugar de una incidencia del gasto en alimentos y bebidas del 26,7%, ésta fuera del 30%, si la incidencia en Vivienda y servicios básicos (alquiler, gas, luz y agua) de 10,5%, alcanzara el 15%, y si se redujera el gasto en Recreación y Cultura y en Restaurante y Hoteles, que hoy es del 18,3%, al 10,4%, la inflación de 2017 en lugar de ascender a 25% para Gran Buenos Aires arrojaría 26,5%. Este sencillo ejercicio demuestra que los ponderadores (y no sólo la medición de los precios en sí) resultan claves para medir la inflación de los consumidores.