SAN ISIDRO: DOCENTES DONAN MÁSCARAS PARA COVID-19 AL PERSONAL DE SALUD
En escuelas técnicas y centros de formación profesional fabricaron unos 80 protectores faciales con impresoras 3D.
Docentes de escuelas técnicas y centros de formación profesional de San Isidro donaron unas 80 máscaras de protección facial para personal de salud del municipio.
Al cubrir toda la cara evitan el contacto con las gotas más grandes que eliminan los pacientes al toser o estornudar. Resultan útiles y efectivos a la hora de proteger a trabajadores de la salud.
“Es otra muestra de la red solidaria que se entrelaza en tiempos de emergencia. Los establecimientos educativos poseen las herramientas y el conocimiento y el municipio aporta los materiales para fabricar estas máscaras y cuidar a quines están en permanente contacto con el virus”, sostuvo Macarena Posse, a cargo de la coordinación entre el municipio, y las entidades intermedias y vecinos.
Participan de esta iniciativa solidaria cuatro Escuelas de Educación Secundaria Técnica (EEST Nº1; EEST Nº2; EEST Nº3 “15 de Septiembre”; y EEST Nº4 “República de Bolivia”); y tres Centros de Formación Profesional (CFP Nº401; CFP Nº 402; y CFP Nº405).
Los docentes realizan las máscaras de protección facial con las impresoras 3D de estos establecimientos educativos. Mientras que los alumnos siguen la actividad en forma online, aportando nuevas ideas sobre los diseños.
“Como tenemos un proyecto de elaboración de soportes para máscaras en la escuela decidimos elaborar estos protectores con los docentes y brindar una asistencia en este momento tan crítico de la salud”, contó Perla Díaz, directora de la Escuela Secundaria Técnica Nº 1.
Cada máscara tiene un promedio de 8 horas de fabricación. “Por un lado se encuentran los soportes o viseras que es lo que se hace realmente con las impresoras 3D. Y por otro, la lámina de acetato transparente (se cortan de 21 cm de alto por 23 cm de ancho) que permite cubrir toda la cara, incluida la frente”, indicó Leonardo Bompensieri, jefe de área de la Escuela Secundaria Técnica Nº 3.
“Le agradecemos al municipio por ayudarnos con los filamentos para que funcionen las impresoras. Emociona saber que cada máscara que preparamos significa que un médico va a tener una barrera de protección más”, concluyó Boutencieri.
El modelo diseñado permite el uso de hasta 12 horas y que se pueda limpiar sin desarmar la máscara. De esta manera se puede utilizar todos los días: se desinfecta y se vuelve a usar.
Los profesores que manejan las impresoras 3D son también los que ensamblan las láminas a los soportes y luego las entregan al municipio.