Prostibulo en una casa familiar
En Ezpeleta, partido de Quilmes, un hombre y una mujer de origen peruano, convertían su casa familiar en un prostíbulo. Cuando llegaban los clientes, el matrimonio encerraba a sus cinco hijos, todos menores de edad, en una habitación contigua a un baño en donde se realizaban los encuentros sexuales. La hija mayor, de 13 años, era obligada a vestirse de “moza sexy” para atender a los clientes. Sus padres cobraban las copas mientras su hija repartía las bebidas en las mesas.
Las prostitutas eran en su mayoría de nacionalidad boliviana y eran convocadas para trabajar los fines de semana. Según los investigadores, el servicio de copas y prostitución se empezaba a extender a los días de semana porque el negocio les estaba dando buenos resultados. Al momento del allanamiento los dueños de la casa, se defendieron diciendo que “festejaban un cumpleaños”.
La casa está ubicada en el Barrio Covendiar en un complejo de 478 viviendas sociales. Esta casa estaba ambientada como un boliche y era conocida por los clientes como “la Casa de Jenny”, por el nombre de la mujer que regenteaba el prostíbulo. Tenía mesas, barra de tragos y disc jockey. También había en sus techos luces intermitentes y violetas. En la puerta había una persona de seguridad que decidía quien entraba y quien no, y era el encargado de sacar a los que se ponían pesados con las chicas.
Cuando un cliente quería tener sexo con una prostituta, lo hacía en un baño contiguo a la habitación de los chicos en la planta alta. El sexo oral costaba 200 pesos y era cobrado previamente por el dueño de la vivienda.
La investigación empezó por varias denuncias de los vecinos que veían como los fines de semana entraban y salían hombres de esa casa y ponían la música a todo volumen.
El dueño de la casa hacia traer a todas las chicas en remis y pagaba cifras exageradas a los chóferes que sospechaban o hacían algún comentario a cambio de que no contaran lo que pasaba en el lugar.
Los menores fueron puestos a disposición de la justicia y provisoriamente serán entregados bajo la custodia de algún familiar cercano.
Las mujeres que ejercían la prostitución fueron asistidas por funcionarias de Trata de Personas de la Provincia de Buenos Aires y por personal de Migraciones.
El operativo fue realizado por la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Jefatura Distrital Berazategui, Cybercrimen de Berazategui, Grupo GAD Quilmes, Infantería, Migraciones, y Trata de Personas de la Provincia de Buenos Aires.
Intervino U.F.I. y J Nro. 01 descentralizada Berazategui a cargo del Dr. Daniel Ichazo y Juzgado de Garantías Nro. 07 Berazategui a cargo del Dr. Gustavo Mora