Estreptococo pyogenes: recomendaciones de la Sociedad de Pediatría
Debido a la notificación de varios casos graves producidos por esta bacteria y las dudas y temores que se generan en la población, la Sociedad Argentina de Pediatría difundió información importante para estar atentos, sin entrar en pánico.
¿Estamos ante una situación de brote o epidemia?
Por el momento los casos que se han informado NO representan una epidemia o brote. Todos los años ocurren casos de enfermedad por S pyogenes, sólo que en esta oportunidad adquirieron mayor visibilidad.
¿Qué es el Streptococcus pyogenes?
Es una bacteria que habitualmente produce infecciones leves (como faringitis, escarlatina, infecciones en piel). Se contagia a través de las secreciones respiratorias o por contacto directo. La evolución con tratamiento es favorable en la gran mayoría de los casos.
En unas pocas situaciones esta bacteria libera ciertas toxinas que pueden generar un cuadro más severo. La evolución dependerá de la agresividad del germen y de las condiciones del huésped.
¿Entonces, cómo actuar? ¿A qué debemos estar atentos?
1- Consultar con su pediatra ante la presencia de alguno de los siguientes síntomas: fiebre (38º o más), dolor de garganta o lesiones en piel. El profesional los guiará acerca de los pasos a seguir.
2- Concurrir en forma inmediata a una guardia si presenta: decaimiento muy marcado, agitación, fiebre alta persistente, cambios en la coloración de la piel, manchas en la piel, tendencia al sueño, rechazo del alimento, mal estado general.
¿Tiene tratamiento?
Si, existe tratamiento, que consiste en la administración de antibióticos en los casos que corresponda (penicilina, amoxicilina o macrólidos en niños con alergia a estas drogas).
¿Se puede prevenir?
No existen vacunas para prevenir infecciones por esta bacteria. La prevención debe centrarse en las medidas de higiene básicas, como lavado de manos, mantener las uñas cortas y limpias, cubrir la tos o el estornudo con el antebrazo no con la mano, ventilación de ambientes y evitar el contacto con gente enferma y los lugares de hacinamiento.
Los niños no deben reintegrarse a sus actividades habituales hasta cumplir 24 hs. de tratamiento antibiótico, y no haber vuelto a presentar fiebre en ese lapso de tiempo, para evitar la circulación de la bacteria.