Desde el flamante club, Achával destacó que “Inaugurar este club social y deportivo en Lagomarsino nos llena de satisfacción, por haber cumplido con el compromiso que asumimos con el pueblo. El día que pusimos el primer ladrillo le dijimos a los vecinos que las obras toman sentido cuando la comunidad las toma como propias, y llegamos a la inauguración con más de 400 socios. Esta obra la planteamos a la Provincia a través del Fondo de Infraestructura Municipal, articular políticas públicas como esta con la Provincia es fundamental para tener un Estado presente que amplía derechos”.

En tanto, Santiago Laurent expresó: “Después de tiempos tan difíciles, concretar este sueño que teníamos junto a la comunidad de Lagomarsino es muy importante. Es un espacio pensado para todos, para quienes quieran hacer deporte, actividades culturales, artísticas, porque lo que busca es integrar y generar comunidad, que los vecinos lo sientan realmente como propio. A Lagomarsino durante años nunca llegaron las obras y hoy estamos inaugurando este espacio, que representa que la salida es colectiva”.

Por su parte, Paula González enfatizó que “Hoy es un día de mucha emoción para los vecinos de Lagomarsino. Esto es más que un club, acá se encontrarán las familias, los chicos de las escuelas públicas vendrán a hacer actividades deportivas, culturales, artísticas. Ir a buscar a los jóvenes y contarles que acá hay un Estado presente que los quiere acompañar es muy importante. Día a día estamos poniendo de pie a esta localidad”.

El club cuenta con un edificio polideportivo, canchas al aire libre, salón de usos múltiples, aula de oficios, además de plaza de juegos, buffet, estacionamiento, entre otros espacios. Con una superficie de 1.200 metros, en el club funcionarán distintas disciplinas como fútbol, handball, hockey y básquet, así como actividades culturales, recreativas y educativas. El día en que el intendente anunció la creación del club, se entregaron los primeros carnets de socios, que hoy son más de 400, y los vecinos colocaron los primeros ladrillos, que firmaron simbólicamente. Hoy esas firmas están intacta, y Achával y Laurent sumaron la suya.