CONTROLES DE ALCOHOLEMIA
Los conductores borrachos ponen todo tipo de excusas para intentar “zafar” de que les saquen el auto. Esto sucede principalmente en el barrio de Palermo, donde según las estadísticas supera ampliamente a la media del resto de la Ciudad.
Algunos aceptan la multa y el acarreo del auto sin protestar, pero otros buscan que los perdonen con excusas y mentiras, o lo que es peor se escapan.
Las excusas son variadas y desopilantes, como por ejemplo el caso en el que un conductor que con un test de alcoholemia positivo pedía que no le retengan el auto porque al otro día tenía un velorio.
Otra frase fue “me cortás las piernas”, parafraseando a Maradona.
También están los que se escapan una vez que ya dieron positivo en el test, y de tan borrachos que están, no se dan cuenta que se meten en un problema aún mayor porque se van dejando los papeles del auto y la licencia de conducir en manos de los inspectores.
La prueba se realiza de la siguiente manera: se le entrega una pipeta cerrada al conductor, quien la tiene que introducir en el alcoholímetro para después soplar sin parar durante 7 segundos. El máximo permitido para conductores comunes es de 0,50, para conductores de moto 0,20 y para profesionales del transporte público 0,0.
Según datos oficiales, en el 2018 ya se realizaron 92.714 controles de alcoholemia en la Ciudad, de los cuales 1696 dieron positivos. Esto es el 1,8 % de los casos.
Por otro lado, los hombres son los que lideran el ránking de alcoholemia positiva, ocupando el 87,4 % de los casos.
Los operativos están a cargo de la Secretaría de Transporte con apoyo de Policía de la Ciudad.