Verano, lluvias y mosquitos
Con picos en las temperaturas del país y las lluvias típicas de la estación traen consigo un fenómeno cada vez más preocupante: la invasión de mosquitos. Infectólogos del Hospital de Clínicas de la UBA promueven reforzar las medidas de prevención e insisten en mantenerlas todo el año.
El Aedes aegypti, el mosquito responsable de transmitir el virus, ha ampliado su presencia en regiones donde antes no se encontraba. Factores como el cambio climático, la urbanización desordenada y la falta de concientización en la población han permitido que este insecto se adapte a nuevas áreas, incluyendo las grandes ciudades del centro del país como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Incluso, la transmisión autóctona del dengue ya no es exclusiva del norte argentino, que tradicionalmente ha sido la zona más afectada.
Según indican estos expertos, el cambio climático ha permitido que el mosquito pueda adaptarse a nuevas zonas como ocurrió, por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, donde hasta hace unos años no se registraban infecciones autóctonas de enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes Aegypti. Actualmente, se ven cada vez más casos en el centro del país (CABA, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe) aunque la mayor incidencia sigue siendo en el norte donde además, de acuerdo a la cartera nacional, se detectó la persistencia de casos durante la temporada invernal.
La Dra. Mónica Foccoli, Jefa a cargo de la División Infectología del Hospital de Clínicas (MN 70.669), agrega que la propagación en Argentina “puede relacionarse con múltiples factores: deficiencias en el saneamiento ambiental (manejo de residuos sólidos y agua residual); falta de concientización en la población; campañas de prevención insuficientes y en época inadecuada, ya que “descacharrizar” debe fomentarse en época invernal para que el mosquito hembra no encuentre nichos (elementos con agua estancada) donde depositar los huevos en época de calor; circulación de más de un serotipo de dengue y desafíos en el diagnóstico clínico por los síntomas inespecíficos.
Aunque la mayoría de las infecciones por el virus Dengue son asintomáticas o generan manifestaciones leves, en algunos casos puede agravarse e incluso ser letal. Los síntomas más frecuentes son fiebre (>38.5°C), cansancio, dolores de cabeza y detrás de los ojos, dolor muscular, dolor articular, lesiones en la piel (tipo sarpullido) con importante picazón, diarrea y, aunque menos frecuente, el sangrado por nariz o encías. La consulta médica debe realizarse ante la aparición de fiebre en personas que residen o han transitado en zonas de transmisión activa de virus o con presencia del mosquito Aedes Aegypti, dentro de los 15 días previos al inicio de los síntomas.