Vacunarse contra el VPH sería efectivo también en adultos
Un metaanálisis que incluyó a más de 60 millones de personas confirmó la eficacia de la inmunización. El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) señaló que hasta los 45 años es recomendable la aplicación.
En nuestro país, la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) es obligatoria y gratuita en niñas y niños de 11 años, para prevenir la infección antes del inicio de la vida sexual. Sin embargo, aunque pocos lo sepan, su aplicación también resultaría eficaz en personas adultas, sobre todo en aquellas que no tienen una pareja estable.
“Los estudios realizados con las vacunas contra VPH entre 9 y 45 años han demostrado que son efectivas y seguras en estas poblaciones. Si bien la mayor eficacia se obtiene antes de comenzar a tener relaciones sexuales, la efectividad está comprobada igualmente en adultos jóvenes, hombres y mujeres”, explicó Hebe Vázquez, médica infectóloga y miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI). Algo sumamente importante si se tiene en cuenta que este virus puede provocar cáncer de vulva, vagina, pene y ano.
La prestigiosa revista médica The Lancet publicó días atrás un extenso metaanálisis que incluyó a 65 estudios realizados en distintos países. En ellos, los investigadores monitorearon durante 8 años la salud de unas 60 millones de personas que habían recibido esta vacuna. La conclusión fue que la inmunización tuvo un impacto significativo en la reducción de la infección por el virus, en el diagnóstico de verrugas anogenitales asociadas y en la detección de lesiones precancerosas de cuello de útero. “De acuerdo a este análisis, la efectividad de la vacuna para prevenir infecciones por VPH y sus consecuencias es contundente en niños y adultos de ambos sexos”, aseguró Valeria Cáceres, jefa del departamento de oncología del Instituto Angel Roffo. La especialista además lo consideró un estudio fundamental porque se trata de una revisión general de lo publicado hasta el momento, abarca a gran cantidad de personas y demuestra que la disminución en esos registros fue más rápida y acentuada en regiones con alta cobertura de vacunación.
La investigación fue realizada en la Universidad Laval de Quebec, en Canadá. Entre sus resultados se desprende que después de 5 a 8 años de la aplicación la prevalencia de infecciones por las cepas de VPH 16 y 18 (responsables del 70% de los casos de cáncer de cuello uterino) disminuyó un 83% en niñas de 13 a 19 años y un 66% en mujeres de 20 a 24 años.
El comité asesor en inmunizaciones del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, según sus siglas en inglés) concluyó que las personas de ambos sexos que no hayan recibido la vacuna contra el virus del papiloma humano y que tengan menos de 45 años podrían beneficiarse con su aplicación. A su vez, recomendó a los médicos que discutan con sus pacientes este tema, para analizar cada caso y evaluarlo. “Lo que hacemos es realizar un estudio para detectar la presencia de anticuerpos. Si no los encontramos aconsejamos vacunarse, sobre todo en personas sin pareja estable, donde la exposición es mayor”, detalló sobre la situación en nuestro país Roberto Yahni, médico especialista en ginecología y obstetricia.
Mariana tiene 39 años, es soltera y trabaja en turismo. Cuando era más joven tuvo verrugas genitales provocadas por el VPH. No sabe cuál es su situación actual con respecto a este virus, sin embargo ahora se siente motivada a hablar del tema con su médico. “No volví a tener síntomas de la enfermedad, pero siempre fue algo que me preocupó porque escuché que se la vincula con el cáncer”, respondió al ser consultada sobre este nuevo estudio.
La vacuna fue aprobada en 2007 y forma parte de los programas de inmunización en 99 países. En Argentina, se incorporó al Calendario Nacional de Vacunación en 2011 cuando se la estableció como obligatoria para las niñas de 11 años. A partir de 2017 se sumó la obligatoriedad para los varones de la misma edad. “Está autorizada por ANMAT para su administración a partir de los 9 años, sin límite de edad. En el sector público se da en forma gratuita cuando a los chicos tienen 11 y a personas inmunocomprometidas hasta los 26 años. En el sector privado se la puede indicar también a los adultos, independientemente de antecedentes de infección o enfermedad por VPH”, señaló Hebe Vázquez quien además es coordinadora médica de vacunas en el adulto de Helios Salud. El valor actual es de 4.700 pesos cada dosis y se necesitan tres para que la protección sea de por vida.
El VPH y el cáncer
Hay más de 200 tipos diferentes de este virus y se estima que 8 de cada 10 personas contraerán alguno de ellos a lo largo de sus vidas. La transmisión es por vía sexual y pueden dividirse entre los de bajo riesgo, responsables de la aparición de verrugas genitales y los de alto riesgo que pueden causar varios tipos de cáncer como el de cuello uterino, de ano, de vulva, de vagina, de pene y de garganta.
Según expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), si no se implementan las medidas urgentes para evitar y controlar el cáncer de útero, el número de muertes en la región por esta razón aumentará un 45% en 2030. “En cuanto a los datos de Argentina, actualmente representan más de 4.500 nuevos casos al año y la mayoría de ellos ligados al VPH, donde las cepas más frecuentes son la 16 y la 18”, describió la oncóloga Cáceres. Sólo en 2018, en el continente americano 72.000 mujeres fueron diagnosticadas y casi 34.000 fallecieron por esta causa.
La tasa de mortalidad es 3 veces más alta en América Latina y el Caribe que en Norteamérica, que tiene menos barreras de acceso a la salud y donde la vacuna contra el virus del papiloma humano comenzó a recomendarse también en adultos. En ese contexto, prescribir la inmunización parece una pieza clave. Sin embargo, sólo forma parte de la prevención primaria, a la cual hay que agregarle una secundaria, que consiste en la detección de lesiones precancerosas, y otra terciaria como el diagnóstico y tratamiento precoces del cáncer.
“Todos los años realizo los chequeos que incluyen Papanicolau y colposcopia y con eso estaba tranquila. Ahora voy a consultarle a mi ginecólogo si recomienda que me vacune, pensé que sólo debían hacerlo los chicos”, finalizó Mariana.