Prevención de enfermedades respiratorias en establecimientos escolares
El Departamento de Medicina Preventiva, dependiente de la Secretaría de Salud, lanzó una serie de recomendaciones para la prevención de las enfermedades respiratorias en el ámbito escolar.
Al respecto, la Dra. Laura Bialorus, responsable de Medicina Preventiva, detalló: “Para tal efecto resulta fundamental intensificar la higiene del alumnado, el personal y los establecimientos”.
Con respecto a las principales pautas de prevención, los especialistas del área detallan las siguientes:
– Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón durante un mínimo de 20 segundos. En el caso de los más pequeños, es aconsejable que el personal del colegio enseñe a los niños una correcta higiene de manos.
– Al toser o estornudar, utilizar siempre papel desechable o papel higiénico, tirarlo a la basura y lavarse las manos; el personal del centro escolar deberá utilizar el mismo método con los niños más pequeños.
– Como medidas de higiene en los centros educativos el criterio es airear diariamente las aulas, utilizar servilletas de papel desechable y separar más los pupitres.
– Debe evitarse también compartir instrumentos de viento, lápices, rotuladores y todo aquel material que los alumnos puedan llevarse a la boca.
– No apoyar bolsos, maletines o mochilas en el escritorio pues podrían transportar virus y de esta manera, propagarlos dentro del ámbito laboral.
– La limpieza debe realizarse en todo el centro al menos una vez al día.
Para adoptar una correcta rutina de limpieza y desinfección es necesario el uso de un producto que contenga un activo desinfectante que elimine virus y bacterias. La lavandina líquida (diluida en agua) es el producto que tradicionalmente es utilizado. Prestar atención a mesas y sillas, picaportes de las puertas, interruptores de la luz, teléfonos y timbres, material escolar y didáctico, aulas compartidas, teclados y mouse de computación.
“Es recomendable extremar la higiene en zonas muy concurridas, como por ejemplo las aulas de informática, los salones de actos, o bares escolares, y no utilizar alfombras ni tapetes”, agregó Bialorus.
Los profesionales de Medicina Preventiva destacan que los menores de dos años, aún los que no tiene factores de riesgo, son un grupo vulnerable para debido a las características de la vía aérea a esta edad. En los casos de aquellos niños que concurren a jardines maternales, la probabilidad de contraer una enfermedad infecciosa aumenta debido a la mayor exposición a patógenos, el contacto frecuente y cercano con otros niños y las limitaciones de cuidado de la propia higiene inherentes a la edad.
Por otra parte, se sugiere evitar llevar los niños a ambientes cerrados con mucha gente, ya que en estos espacios se favorece el contagio de infecciones respiratorias.
En tanto, resulta sumamente importante que los niños que concurran a la guardería presenten esquema de vacunación completa.
En cuanto al traslado en transporte público y la concurrencia a espacios públicos cerrados, los especialistas aconsejan:
• Al estornudar o toser, cubrir la nariz y la boca con un pañuelo descartable o usando el pliegue del codo.
• No ingerir alimentos mientras se está viajando.
• Tratar de mantener ventilado el transporte, no cerrando por completo las ventanillas
Una de las principales estrategias de prevención se basa en la vacunación antigripal. La misma está destinada a la población con mayor riesgo de presentar complicaciones por influenza: personal de salud, niños de 6 meses a dos años (deben recibir 2 dosis separadas por lo menos 4 semanas), embarazadas en cualquier trimestre de la gestación, puérperas antes de los 10 días de haber tenido a su bebe (y que no recibieron antigripal durante el embarazo), personas de 2 a 64 años que presenten factores de riesgo y mayores de 65 años.
La vacunación no actúa como un bloqueo de la circulación viral, por lo cual no está indicada cuando hay contactos con un caso de influenza.